El problema
Estados Unidos se enfrenta a una crisis de adicción y sobredosis de opioides sin precedentes. Más de 100.000 estadounidenses murieron por sobredosis de drogas en 2021, y los opioides están involucrados en casi el 80% de estas trágicas muertes.
Más allá de la asombrosa pérdida de vidas, la epidemia ha devastado familias y comunidades en todo el país. Sin embargo, el estigma, las leyes obsoletas y la falta de acceso al tratamiento nos impiden abordar adecuadamente esta emergencia de salud pública.
Específicamente en Maryland, las muertes por sobredosis aumentaron un 15% en 2021 a un récord de 3.660. Las muertes relacionadas con los opioides representaron el 90% de ellas, y el fentanilo estuvo presente en la mayoría de los casos. Nuestro estado ha sido duramente golpeado, pero todavía no estamos afrontando esta crisis con la urgencia y la compasión que exige.
La penalización de la adicción y las tácticas punitivas de aplicación de la ley no han reducido el uso indebido de sustancias. El encarcelamiento altera vidas sin tratar las causas profundas. Necesitamos soluciones compasivas y basadas en evidencia centradas en la reducción de daños, el tratamiento y la recuperación.
Cómo resolveremos el problema juntos
Como su senador, abogaré por un enfoque centrado en la salud para poner fin a la epidemia de opioides y salvar vidas.
En primer lugar, debemos ampliar el tratamiento asistido por medicamentos, el asesoramiento y los servicios integrales para ayudar a las personas a superar la adicción. La capacidad de tratamiento debe estar a la altura de la magnitud de la crisis.
Lucharé para aumentar la fuerza laboral de salud conductual de Maryland para eliminar las listas de espera de tratamiento. Y aumentaré la financiación para organizaciones que brinden servicios de recuperación entre pares en todo el estado.
En segundo lugar, implementar sitios de prevención de sobredosis, distribuir Narcan y proporcionar kits de prueba para fentanilo y otros contaminantes evitará muertes. La reducción de daños funciona.
Maryland debería lanzar un programa piloto de sitios de prevención de sobredosis centrado en las ciudades más afectadas por esta epidemia. También se debe priorizar una mayor distribución de Narcan y el acceso a tiras reactivas.
Al mismo tiempo, desbaratar las redes internacionales de tráfico de drogas puede ayudar a reducir la oferta de opioides ilícitos como el fentanilo. Esto debe hacerse con cuidado para evitar que la crisis empeore. La prioridad debe seguir siendo soluciones de salud pública centradas en la reducción de daños, el tratamiento y la desestigmatización. Pero la interdicción del suministro puede desempeñar un papel limitado y cuidadoso.
Finalmente, necesitamos remodelar actitudes y políticas para reconocer la adicción como una enfermedad, no como un fracaso moral. Las sanciones penales por posesión simple deben eliminarse en todo el país para reducir el estigma.
Cómo avanzaremos el tema en Washington, DC y Maryland
En el Congreso, lucharé para levantar las restricciones al tratamiento asistido con medicamentos y aumentar significativamente la financiación federal para los servicios de adicción basados en evidencia.
Apoyaré la legislación para establecer un estándar nacional para los servicios de reducción de daños, sitios de prevención de sobredosis, acceso a Narcan y despenalización.
En Maryland, trabajaré estrechamente con funcionarios del condado y de la ciudad para establecer sitios piloto de prevención de sobredosis y ampliar las viviendas de recuperación. Mi oficina puede ayudar a dirigir recursos federales a las comunidades más afectadas por esta epidemia.
Y me comprometo a escuchar a quienes tienen experiencias vividas y guiarme por sus necesidades al desarrollar soluciones. Los más cercanos a la crisis deben dar forma a las políticas.
Los beneficios para Estados Unidos y Maryland
Con soluciones compasivas y centradas en la salud, podemos superar la epidemia de opioides y al mismo tiempo salvar vidas y familias. Eliminar el estigma y satisfacer las necesidades de las personas allí donde se encuentren fortalecerá nuestro tejido social. Y frenar esta crisis impulsará nuestra economía, nuestra fuerza laboral y nuestras comunidades. Pero lo más importante es que afirmaremos la dignidad y la humanidad de todos los estadounidenses.
Específicamente en Maryland, un enfoque eficaz de salud pública contra la adicción salvará a miles de nuestros residentes. Mantendrá a las familias intactas y brindará a los habitantes de Maryland con dificultades una oportunidad real. Al abordar esta crisis con cuidado y compasión, podemos construir juntos un futuro más fuerte.